viernes, 28 de septiembre de 2018
CAPITULO 17
A pesar de sentirse tentada de aceptar la propuesta de Pedro, Paula volvió a intentar ser la niña buena que todos le exigían que fuese en cuanto bajó de la motocicleta de ese sinvergüenza, un hombre que se despidió de ella con un provocativo guiño, mientras le gritaba a la vez que se alejaba:
—¡En otra ocasión será, rubita!
Paula no pudo evitar sonreírle al alocado de Pedro y, cuando se disponía a entrar en la casa, apareció junto a ella Santiago, que intentaba recuperar el aliento por la carrera que había emprendido para alcanzarla. De inmediato comenzó a reprenderla por su inadecuado comportamiento.
—Mi primo… no es el hombre…. adecuado para ti, Paula —dijo entrecortadamente, deteniéndose para coger aire y poder proseguir con su sermón.
Paula tenía muy bien aprendida la adecuada contestación que debía ofrecerle cuando se fijara en ella, sabía qué debía decir y cómo. Pero algo se rebeló en su interior y no pudo evitar preguntarle irónicamente, con una pícara sonrisa que Santiago nunca había llegado a contemplar:
—¿Ah, sí? ¿Y cuál es el hombre adecuado para mí, Santiago?
Tras sus palabras, la respuesta fue el silencio de un hombre asombrado, que, boquiabierto, no comprendía cómo podía Paula haberse atrevido a contestarle con unas palabras tan osadas como ésas.
Para dejar más patente a la rebelde mujer que comenzaba a salir de su interior, Paula le dio la espalda a Santiago. Y alzando su melena por encima de uno de sus hombros, lo miró retadora, mientras comenzaba a ignorarlo tan desconsideradamente como había hecho él con ella en más de una ocasión.
—¿Paula? —fue la única palabra que pudo emitir el impresionado chico, que aún no podía creer que la apocada y vergonzosa chica que él siempre había conocido comenzara a ser tan interesante como su primo le había asegurado que era.
Atónito a causa del inusual comportamiento de Paula, Santiago no dejó de fijarse cada vez más en su amiga de la infancia, que ante sus ojos se convertía en una extraña para él, una desconocida que sólo su primo había conseguido sacar a la luz. Ahora que Santiago miraba a Paula, se preguntaba si esa atrevida mujer que comenzaba a mostrarse siempre había estado ahí o si, simplemente, la mala influencia de Pedro había acabado por afectar a la siempre buena y correcta Paula.
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Excelentes los 3 caps, me encanta esta historia.
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