martes, 2 de octubre de 2018

CAPITULO 29




Kevin pensó seriamente en reprender a su sobrino cuando llegó a su hogar y vio que había desobedecido su severa advertencia de no salir de casa, seguro que para meterse en un nuevo problema. Por lo visto, el extenuante empleo que había elegido para él no era suficiente para eliminar sus ganas de hacer alguna locura.


Se extrañó mucho de que su siempre recto hijo tampoco se encontrase allí, así que decidió esperarlos a ambos en el porche, disfrutando de una merecida cerveza.


Mientras pensaba qué reprimenda echarle a cada uno, por poco no se atragantó con su bebida al verlos aparecer prácticamente desnudos sobre la motocicleta de Pedro.


—¿Por qué demonios tenías que ser tan bocazas y decir esa mentira que sólo servirá para manchar el nombre de Paula ante todos?


—No te preocupes, Santiago, la señora Chaves estaba demasiado borracha como para recordar mañana que nosotros estábamos allí. Y nadie que conozca a Paula se creería nunca que es capaz de hacer un trío. Por cierto, al parecer la
rubita ya ha hecho su elección, aunque tú te niegues a verlo y ella se niegue a decirlo en voz alta.


—¡No pienso dejar a Paula en tus desvergonzadas manos, tus intenciones hacia ella nunca serían decentes!


—¿Y las tuyas sí? —preguntó irónicamente Pedro, alzando una ceja, mientras contemplaba la escasa vestimenta de su primo.


—Al menos son algo más decentes que las tuyas.


—Haznos un favor a los dos y desiste de ir contra mí, primo. Cuando hay algo que quiero, no dudo en jugar sucio, y tú nunca has sido de los que les gusta ensuciarse.


—Pero estoy aprendiendo.


—¿Y por qué no lo has hecho antes? ¿Por qué no has corrido tras ella hasta ahora? Me niego a dejar a Paula en manos de un hombre tan ciego como tú, que sólo se da cuenta de lo que tiene junto a él cuando otro lo reclama. Ya te lo advertí en una ocasión y te lo vuelvo a recordar ahora: es demasiado tarde para ti, primito. Porque a pesar de las veces que ella se cruzó en tu camino, yo la vi antes que tú.


—Que yo sepa, Paula es la única que tiene la última palabra en todo este asunto.


—Nunca he dicho lo contrario. Sólo te estoy advirtiendo de lo peligroso que es jugar contra mí. Cuando hay un gran premio sobre la mesa, yo siempre gano y, definitivamente, Paula es algo que no puedo permitirme perder.


—Bien. Pues entonces que gane el mejor —declaró Santiago, a la vez que alzaba una mano para estrechar la de su primo en un acuerdo entre hombres.


—Tú lo has dicho, primo, no yo —declaró Pedro jactancioso, mientras aceptaba ser el digno rival de su primo—. Por cierto, se me olvidó comentarte que yo ya estoy saliendo con Paula.


—¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Cuándo?! —preguntó Santiago, preocupado por saber en qué instante había surgido esa relación que él siempre desaprobaría.


—¿No es obvio, primito? Todo ocurrió cuando tú no mirabas —respondió Pedro, riéndose una vez más del necio de su primo, totalmente decidido a quedarse con la mujer que Santiago no merecería jamás.


En el instante en que ambos jóvenes pasaron por delante del señor Alfonso, demasiado sumidos en sus asuntos como para pararse a recibir uno de sus sermones, Kevin se preguntó si debía imponerles un castigo o si el vergonzoso estado en el que se encontraban ya era suficiente para ellos. No obstante, antes de entrar en casa, cada uno de ellos le dedicó unas palabras:
—Ya lo sé, tío: sigo castigado —musitó Pedro, antes de que Kevin abriese la boca.


—Ni una palabra, papá. Solamente estoy haciendo lo que me aconsejaste: jugar igual de sucio que mi primo —le dijo Santiago a su padre, antes de que éste hiciera algún comentario sobre su situación.


Y al fin, cuando ambos jóvenes desaparecieron por la puerta, Kevin pudo reírse a gusto de la ridícula situación en la que los había hallado, mientras brindaba por Paula Chaves, sin duda la responsable de que esos muchachos hubieran recibido una lección.



2 comentarios:

  1. JAJAJAJAJAJAJAAJAJAJA ME RÍO A 4 BOCAS, QUÉ MANERA DE DIVERTIRME CON PAU, PEDRO, SANTIAGO Y POR SUPUESTO LA ESCENA CON LA MADRE DE PAU JAJAJAJAJAJAJAJA.

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  2. Son geniales!! Son tan disparatadas las situaciones que es imposible no quedarte con las ganas de seguir leyendo

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